El objetivo fundamental del Plan es conseguir que, manteniendo como
referencia la protección de la salud pública, se recupere paulatinamente la
vida cotidiana y la actividad económica, minimizando el riesgo que
representa la epidemia para la salud de la población y evitando que las
capacidades del Sistema Nacional de Salud se puedan desbordar. Es decir, la máxima seguridad sanitaria combinable con la recuperación del bienestar social y económico.